Hola, buenos
días, somos un grupo de educadores sociales que trabajamos dentro de un
proyecto, basado en tratar de concienciar al resto de profesionales de nuestro
campo en que integren de manera transversal
en su metodología de trabajo, valores que ayuden a mejorar el
conocimiento de la ciudadanía en lo referente al cuidado del medio ambiente,
con el fin de lograr un desarrollo sostenible.
Todos hemos oído hablar de la capa de ozono, la desertización, el
calentamiento global...y es por ello, por lo que no venimos a daros una “chapa”
acerca de esos temas que todos tenemos tan mascados. Sin embargo, en la mayoría
de los casos, las personas cargan un gran peso de la culpa a las grandes
empresas. Si es cierto que éstas tienen mucha de la culpa respecto a la degradación
de nuestro planeta, pero no basta con limpiarnos nuestra conciencia apoyando
prácticas que consigan disminuir la creación de residuos perjudiciales para el
medio ambiente por parte de las grandes multinacionales. Todos y cada uno de
nosotros debería tener su aportación con el objetivo de crear una vida basada
en el desarrollo sostenible.
Ciertamente, es que con pequeños detalles podemos conseguir grandes
progresos. Se trata de, integrar y variar en nuestra vida cotidiana algunas
prácticas, las cuales en su mayoría, no nos supondrían una mayor tarea.
(Uno de los integrantes del grupo de
educadores se acerca hasta el interruptor de la clase y apaga la luz,
demostrando que sin esa luz encendida se puede trabajar igual. En el caso de
que la cortina este cerrada, se correría para dejar entrar la luz natural.)
Al igual que el ejemplo que acabamos de poner en práctica, existen una
gran cantidad de acciones que, integrándolas en nuestra rutina, ayudarían ha
ahorrar energía, materiales, comida...en definitiva, recursos del planeta.
Entre otros, para poner una serie de ejemplos de las acciones que
podemos llevar a cabo, podría citar el reciclaje de basura en nuestros hogares
(plástico, cartón y papel, residuos orgánicos, aceite, ropa...); situar el
grifo a la derecha del todo para que, cuando nos queremos lavar con agua fría
no se encienda la caldera; utilizar siempre que podamos luz natural y no
eléctrica; cerrar las ventanas cuando este la calefacción encendida; evitar
comprar alimentos con envoltorios plásticos ( los cuales además contienen
elemento químicos nocivos para el ser humano)...
Pero aún así hemos llegado a un punto en el que reciclar no basta,
esta acción debe ser prácticamente automática, por ello debemos encaminar
nuestras costumbres a reducir el consumo, acostumbrándonos a vivir con lo
meramente necesario, tratando de no caer en la trampa del capitalismo,
alimentado por la continua compra de objetos realmente innecesarios.
En este punto llega una duda importante, ¿si reducimos el consumo, muchos
puestos de empleo desaparecerían? La respuesta es por supuesto, pero surgirían
otras necesidades con las que se cubrirían esas “carencias”. Pero yendo más
allá tenemos que plantearnos cambiar el eje que mueve el mundo, puesto que el
dinero no se come.
Podríamos seguir así horas y horas, pero no hemos quedado sin tiempo,
sin embargo os facilitamos una serie de vídeos que resumen de manera clara y
precisa todo lo que queremos transmitiros, para que vosotros sigáis esta labor
tan básica en la educación de cualquier persona.
Título: Obsolescencia Programada
Título: Historia de las cosas
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